En nuestra primera experiencia como equipo hay situaciones que llevamos mejor que otras, pero cuanto más difíciles son, mejor es la lección.
Un raid con muchas secciones a pie nos rompen las rodillas a Nuria y a mí, que me doy un golpe con la realidad bastante duro, una de bici que no llegamos a hacerla por tardanas y otra que hacemos que es una locura, caminos inexistentes y gente perdida por el monte, compartimos noche con nuestro equipo rival y una pareja de chicos, en estas circunstancias no se entiende de competición si no de supervivencia e intentar llegar a meta lo mejor posible.
Abandonamos a las 4 de la mañana y una de las chicas Tjalve viene a por nosotros.
Nuria nos espera asustada por como están llegando los equipos.
Después de dormir 3 horas no hay muchas ganas de buscar balizas, pero allí que nos vamos.
Hacemos sólo la bici y aún así llegamos con la meta cerrada, a Nuria ya no la encontramos tan preocupada, después de lo de ayer ya ha aprendido.
Reparto de trofeos, comida y de vuelta a casa, a poner hielo y a estirar, que volvemos las lisiadas.
La crónica de Marga en el blog de Somos nenas o marines
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